En el marco de la conmemoración del Día del Maestro, es un honor compartir una selección de poesías profundas que tocan el corazón y rinden homenaje a esos héroes anónimos que iluminan nuestro camino hacia el conocimiento. Estas obras poéticas capturan la esencia del sacrificio, la dedicación y la guía que nuestros maestros ofrecen a diario. Acompáñanos en este viaje a través de versos que celebran la noble profesión de educar.
1. Gurú Querido
Por: I Kadek Agus Sudiandika
Cuando llega la mañana, tu sonrisa siempre florece. Me recibes en la puerta, acaricias mi hombro con calma.
Me das fuerzas para enfrentar, la lucha contra el desánimo. Mi querido maestro, eres como una estrella, borrando la oscuridad con tu luz.
Continúa siendo mi refugio, mi apoyo en momentos de tensión. Me equipas para el futuro, donde pueda aferrarme a ti. Gracias, mi amado maestro, eres mi número uno.
2. Lección de Vida
Por: Amanda Nurdhana D
La pluma danza sobre mi papel, escribiendo cada palabra que pronuncias. Ofreces una luz en la oscuridad, guiándome hacia el camino del éxito.
Aunque la fatiga se refleja en tu rostro, no disminuye tu espíritu. Siempre a mi lado en la búsqueda de mis sueños, enseñándome con paciencia y devoción.
Tu ayuda para desentrañar mi potencial, te agradezco por cada esfuerzo. Rezo por ti todos los días, mi maestro, mi guía.
3. El Olvido del Héroe
Por: Ahmad Muslim Mabrur Umar
Contempla este sencillo poema, amigo, una historia que se teje de lo común. A veces olvidado, a menudo desestimado, es un héroe que no ansía reconocimiento.
No entiende de armas de fuego, no lucha en campos de batalla. Habla con paciencia y honestidad, su éxito no es medido en victorias, sino en conocimientos.
No busques su nombre en la gloria, busca su triunfo en tus logros. No espera ser el campeón, porque su victoria está en tu éxito.
Descubre quién es este héroe olvidado, recuerda sus contribuciones. Quizás no lleve armas, pero lleva sabiduría, es un maestro, el héroe olvidado.
4. La Pluma del Maestro
Por: Mesdiana
La pluma de mi maestro, nunca se cansa de danzar en mí. Escribe con diversos colores en mi alma, dejando una huella profunda en mi corazón.
Tu pluma es extraordinaria, siempre puntual en su tarea. Aunque el sol caliente y la lluvia caiga, tú sigues enseñándome con pasión.
Maestro, eres mi guía, mi fuente de inspiración. Agradezco cada gota de tinta, que ha dado vida a un sinfín de significados.
En este Día del Maestro, celebremos la magia de la enseñanza. A aquellos cuyas plumas nunca descansan, gracias por ser los arquitectos de nuestro mañana.
Este conjunto de poesías rinde homenaje a esos maestros incansables que dedican sus vidas a forjar el futuro a través de la educación. En el Día del Maestro, recordemos y agradezcamos la labor de estos héroes cotidianos, cuyas enseñanzas perduran en el tiempo y dejan una huella imborrable en el corazón de cada estudiante. ¡Feliz Día del Maestro!